Inteligencia artificial, ¿optimismo o preocupación?
La inteligencia artificial no deja a nadie indiferente. En cada evento o mesa de trabajo del ámbito tecnológico, y también en ambientes cotidianos, se habla de las invenciones de esta combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que los seres humanos.
Lo que antes veíamos en las películas de ficción o en predicciones sobre un futuro lejano, hoy lo tenemos en la palma de la mano, como en su momento ocurrió con internet. Así, hoy podemos ver en las noticias que, por ejemplo, los delfines, las ballenas y los primates, al igual que elefantes, cuervos y perros son los animales más inteligentes, según ChatGPT; o que la IA puede ayudar a resolver problemas de logística de última milla.
Ante esta situación, cuando se debate si los humanos nos volveremos inservibles o si el riesgo es comparable al de una guerra nuclear, expertos en tecnología e inteligencia artificial brindan sus conocimientos y opiniones e invitan al optimismo.
“Esto que estamos viendo hoy día no es muy diferente a lo que pasa no solo en la industria de tecnología, sino en la vida misma. Desde siempre, nosotros estamos diseñados por una cultura para esperar lo peor. Basta con recordar lo que se decía sobre el 21 de diciembre de 2012, o el año 2000… el mundo se está acabando desde que existe. Y eso se transmite a la educación, a la universidad, donde nos preparan para lo peor, lo cual no estaba mal en la antigüedad, pero hoy debe ser diferente. Actualmente, tenemos información e historia. Los hechos nos demuestran que lo que viene siempre es mejor”, señala Felipe Montenegro, conferencista motivacional y ejecutivo internacional.
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Por su parte, James Taylor, asesor y experto en creatividad, apunta que ya existe suficiente pesimismo en el mundo como para poner un tema más en la agenda del desaliento. “Quizá la pregunta que se está haciendo mucha gente en la actualidad es si su trabajo será reemplazado por la IA. Y creo que esta es una interrogante equivocada. Un trabajo no será necesariamente sustituido por la IA, sino por una persona que use IA. Esto nos lleva a una vía de pensamiento diferente sobre esta preocupación”, apunta.
Montenegro, quien labora como Head of Latam Channels Storage and Specialty Sales en Dell Technologies, va en la misma línea: “El que dice que la IA es una oportunidad está perdido; no es una oportunidad, es un cambio. Es como cuando llegó la electricidad a Nueva York. La humanidad va a ser mejor. Solo desaparecerán los trabajos que nadie quiere hacer. Entonces, no es algo malo. Desaparecerá el trabajo rutinario que las personas detestan, el trabajo del que pide a gritos que la semana laboral sea de 20 horas, el que no quiere ir nunca a la oficina. La parte buena es que estamos a tiempo de buscar las fortalezas, cambiar el pensamiento y ver que se van a crear muchos trabajos con IA”.
Cambio y adaptación
Taylor es buen ejemplo del abandono de la zona de confort en búsqueda de oportunidades. Comenzó su carrera dirigiendo a grandes estrellas de rock, y ahora es un conferencista muy solicitado y un líder reconocido a nivel internacional en creatividad e innovación empresarial. Por eso, es un fiel creyente de que a la postre el escenario será de progreso.
“Toda tecnología necesita un período de adaptación. Si miramos la Revolución Industrial, por ejemplo, tomó cerca de 20 años en los que muchos trabajos se perdieron, otros no fueron creados todavía, tuvimos la rebelión del ludismo contra las máquinas porque eran antitecnología; sin embargo, con el tiempo se fue encontrando el equilibrio, nuevos trabajos fueron creados y la gente encontró espacio para convivir con el nuevo escenario”, sostiene.
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“Así que creo que con la IA puede que haya un período similar de unas dos décadas de adaptación en el que exista algo de caos, conflictos, con altos niveles de desempleo porque las tecnologías están eliminando trabajos, pero el rol de los gobiernos y las empresas será crear nuevos trabajos y oportunidades”.
Otro tema que crea polémica acerca de la IA es el de las implicaciones éticas. “Estamos hablando de una herramienta muy poderosa y debemos tener esa conversación en todo el mundo”, agrega Montenegro. “Estamos en una época para tener coraje. Yo siempre digo que el coraje es tomar un riesgo controlado en pro de un gran beneficio. El valor lo hacen las personas, el valor per se no existe”.
En este sentido, Taylor apunta una recomendación para reducir el miedo ante la incertidumbre. “La principal tarea es explicar para enseñar. Pensemos en la diferencia entre un adolescente de 13 o 14 años en comparación con una persona mucho mayor respecto a la tecnología: los primeros han nacido en esta era y todo les resulta familiar. Ahora tenemos los robots colaborativos, por ejemplo, en una gran empresa que fabrica automóviles, lo que antes era impensable. Hoy en día, los vemos trabajando de la mano con los humanos, con la particularidad que ahora se necesitan personas que entrenen a los robots y cuiden de que su funcionamiento sea óptimo. Ahora requerimos nuevos trabajos, solo debemos entender que estamos en un tiempo de transición”.
AUTOR:
JOSÉ MANUEL VALLADARES
PR Executive
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