Las habilidades que la IA no puede sustituir y la importancia del “mindset cuando las competencias nos abandonen”

Según un reciente informe de Forbes, las habilidades interpersonales -o también denominadas ‘blandas’- son la nueva moneda del mundo laboral. Y en torno al continuo debate y alerta colectiva porque ciertas plazas de trabajo podrían ser reemplazadas, desplazadas o eliminadas por la llegada de la inteligencia artificial, podríamos determinar que lo que debería mantenerse -de forma continua- es, más bien, la búsqueda de valor: valor agregado a cómo hacemos las cosas en nuestro trabajo.

A propósito de ello, en este artículo queremos enfocarnos en las habilidades que la IA no podrá sustituir -según el informe mencionado-, las cuales pueden aplicarse en diferentes escenarios o sectores laborales.

Habilidades de resolución de problemas

Más allá de que la resolución de problemas -una de las habilidades más demandadas de 2024 según un informe de Linkedin- es algo que la IA no puede dominar o replicar totalmente, es “una habilidad esencial dentro del abanico de competencias que debe manejar un gerente de cualquier empresa”. Así lo ratifica José Vicente Utreras, gerente comercial de la empresa ecuatoriana de asesoría y capacitación CGN Comunicaciones. Efectivamente, la IA puede pensar de forma lógica y subir datos, pero la creatividad humana y su forma de buscar enfoques fuera de lo común aún sigue siendo superior.

Habilidades de marca personal

El desarrollo de una estrategia de personal branding requiere de un trabajo que empieza por la interiorización o reflexión de una persona, considerándose a sí misma como una marca -basándonos en la máxima del gurú del management Tom Peters, “tú eres tu propia marca”-, con una comunicación que le permita diferenciarse y ser exitoso, incluyendo, además, un ejercicio de imagen pública, implicando un proceso que inicia por lo individual y personal, como lo mencionamos anteriormente, seguido de un trabajo de exposición y gestión.

Habilidades de comunicación

Si dejamos todo el trabajo a las herramientas tecnológicas colaborativas más avanzadas, no servirá de mucho la inversión que haga la empresa para ese fin. Nuevamente, son las habilidades interpersonales -en este caso, las de comunicación-, las que deben facilitar la escucha activa, la empatía y la transparencia, las cuales podrían no siempre darse en el trabajo remoto, por ejemplo, y entonces volverse una barrera de comunicación.

Por su parte, Martin Ford, autor de ‘La regla de los robots: Cómo la inteligencia artificial lo transformará todo’, asegura que algunos de los trabajos “que por ahora están a salvo” son “los que requieren relaciones interpersonales sofisticadas”, tales como enfermeras, consultores empresariales y periodistas de investigación, los cuales corresponden a oficios “en los que se necesita un conocimiento muy profundo de la gente”, según afirma el autor, quien considera que “pasará mucho tiempo antes de que la IA tenga la capacidad de interactuar de forma tal que realmente construya relaciones”.

¡Que el mindset nos salve!

Pero tan importante como el desarrollo de las habilidades mencionadas en este artículo es que, cuando las competencias nos abandonen, “¡que el mindset nos salve!”, tal como destaca en un interesante enfoque la coach y psicóloga argentina, Susana von der Heide, diplomada de la Universidad de la Singularidad (California).

En su cuestionamiento y artículo publicado hace seis años en torno a por qué los seres humanos le tememos a lo que nosotros mismos creamos y consumimos, ella afirma que “un ejemplo de esto es el miedo a que nos reemplace ‘el robot’”.

“Ese y otros temores similares tienen su antídoto: nuestro mindset -la condición de posibilidad para la superación y el progreso de las personas- que convierte el miedo en capacidad de reacción evitando la parálisis”, aseguró en dicho artículo la además fundadora de la empresa internacional de recursos humanos Von Der Heide. “Aunque la afirmación sea un tanto riesgosa, me animo a decir que estamos viviendo un momento hiper-humanista e hiper-tecnológico, en un mundo que, coincidiendo con la descripción de Alejandro Melamed se nos revela a ritmos exponenciales, poniendo patas para arriba las elecciones conocidas de nuestra vida y empujándonos a accionar diferente… Y ya lo dijo Darwin, “no es el más fuerte de la especie el que sobrevive ni tampoco el más inteligente, sino el más adaptable”.

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